La ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, es una ciudad con un encanto especial. Está ciudad atrapa al visitante por el calor de su gente, su belleza arquitectónica y los maravillosos lugares que tiene para ofrecer…
Buenos Aires tiene ese que se yo (como dice el tango Balada para un loco), sus callecitas están llenas de atractivos, cada una tiene su espíritu propio y luego de estar un tiempo en ella es posible darse cuenta en que barrio nos encontramos con solo saber cuál es esa calle.
Cada barrio de Buenos Aires tiene su estilo propio, muchas veces resulta increíble darse cuenta que a pesar de estar en una misma ciudad, sean tan notorios los cambios de costumbres. Esto puede deberse a que Argentina es un país cosmopolita como pocos, hecho por inmigrantes europeos, mayoritariamente españoles e italianos, aunque también, hay una gran cantidad de ascendencia alemana, polaca, judía (es la segunda comunidad en el mundo detrás de Nueva York), japonesa, árabe, armenia, griega, inglesa, estadounidense y en los últimos años de coreanos, chinos, africanos, peruanos y bolivianos.
Al igual que en cualquier lugar del mundo, los inmigrantes suelen buscar su espacio dentro de cada ciudad y van ocupando determinados lugares dándole su toque que la diferencia del resto.
Buenos Aires es una ciudad con cerca de tres millones de habitantes, que sumados a su área metropolitana alcanza casi los 20 millones de personas (más de la mitad de los habitantes del país), esto la convierte en una de las ciudades más grandes del mundo. Y como tal, cuenta con todo lo que una gran ciudad debe tener: seis líneas de Subtes (metro) más una en construcción, un Premetro, seis líneas de trenes que cubren la totalidad de las localidades periféricas, numerosas líneas de colectivos (buses), dos aeropuertos (Aeroparque y Ezeiza), un puerto (donde llegan cruceros provenientes de todas partes del mundo), varias autopistas que la cruzan de una punta a otra, infinidad de cines y teatros (con una muy variada oferta de espectáculos), plazas y parques, lugares de esparcimiento para todas las edades, restaurantes (para los gustos y bolsillos más variados), bares, confiterías, tanguerias, discos, infinidad de shoppings, tiendas donde comprar lo último y más exclusivo, ya sea ropa, tecnología o cualquier otra cosa.
Bien vale la pena visitar Buenos Aires, descubrirla será toda una aventura que te dejara más que satisfecho y con un dejo de tristeza cuando debas abandonarla.
Pero, cuando la visites, tendrás que buscar un lugar donde hospedarte, y si hay algo que abunda en Buenos Aires, son hoteles. Los hay para cada presupuesto y distribuidos por toda la ciudad y alrededores.
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