La Floraris Genérica es un monumento construido en aluminio y acero por el arquitecto Eduardo Catalano, y que donó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2002. Su mentor explicó que el nombre de la escultura se debe porque es ley de la flora dar a las especies un nombre en latín…
Floraris significa que pertenece a la flora, y consecuentemente a las flores. Por su parte, Genérica deriva del concepto de género indicando que pertenece a todas las flores. El mensaje simbólico que Catalano quiso dar con su escultura fue que “es una síntesis de todas las flores y a la vez una esperanza que renace cada día al abrirse”.
La Floraris Genérica tiene una consola con un reloj que regula, de forma automática, su apertura y cierre.
Todos los días a las 08:00 am la flor abre sus pétalos (“si abriera al amanecer encontraría a la ciudad dormida”) y se cierra a la hora del ocaso, cambiando de horario según la época del año. Posee un sistema de iluminación y movimiento muy complejo e interesante de observar.
La Floraris Genérica mira en dirección al cielo, extendiendo sus seis pétalos hacia él.
A lo largo de todo el año, hay cuatro noches especiales en que permanece abierta. El 25 de Mayo (fecha que recuerda la Revolución del 25 de Mayo de 1810), 21 de septiembre, y el 24 y 31 de diciembre.
La Floraris tiene una altura de 23 metros y un peso de 18 toneladas y se espeja dentro de un estanque con agua en la Plaza de las Naciones Unidas, ubicada en la Av. Figueroa Alcorta y la calle Austria, entre el edificio de Canal 7 (Televisión del Estado) y la Facultad de Derecho.
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