Barrio de La Paternal

El Barrio de La Paternal es un barrio con escasa población, pero al mismo tiempo, grandes proporciones terrenales, con lo cual, no se debe a este aspecto la carencia de habitantes, que por lo general, se inclinaron a conformarse bajo la religión judía en donde practican la misma en su sinagoga…


Estas y otras cuestiones hicieron que sobre el suelo no prosperara una zona industrial, pero no obstante, se caracteriza por casas de tipo chorizo y de tamaño bajo, en donde en cada una de ellas, se pueden observar sus jardines en el frente, una sola planta y un patio interior que conlleva a las habitaciones y detrás, sector de huerta y gallinero.

Las mismas se basan en una construcción que supera a los 80 años, pudiendo encontrarse claros ejemplares de ellas sobre la avenida Álvarez Jonte, entre Andrés Lamas y Terrero.

Limita con las calles y avenidas San Martín, Jonte, del Campo, Villa del Parque, Arregui, Gavilán, Garmendia, Warnes y Paysandú.

En cuanto a los barrios vecinos, podemos citar al de Agronomía, Chacarita, Villa Crespo, Villa Ortúzar y Villa Gral. Belgrano.

Su historia

Allá por el año 1700, estas tierras estaban en posesión legal de los padres jesuitas, pero entrado 1827, el presidente Bernardino Rivadavia, decide fundar un pueblo llamado “ Chorroarín”, aunque la idea no paso a mayores. En 1833, se les adjudican chacras a colonos provenientes de las islas canarias, quienes se ocupaban de tareas agrícolas, aunque en 1855, Juan Farías, se convierte en el propietario del terreno.

El origen del nombre del barrio se debe, según la leyenda urbana, a una empresa de seguros “La Paternal”, que era propietaria de varios terrenos de esta zona, mientras se contrapone con la versión de que surge por una famosa pulpería.

Sus calles principales

Se destaca la actividad producente en la avenida San Martín, donde se concentra una zona comercial y financiera, y ni hablar de la proliferación de medios de transporte, tales como numerosas líneas de colectivo, micros, buses, y tráfico ruidoso, tan característico de una urbe.

La avenida Warnes es considerada la más antigua, caracterizada por la venta de repuestos de toda clase, dado que era la típica zona donde se abandonaban camiones y demás vehículos, y sus límites se extienden desde Paysandú hasta el cruce de las vías del ferrocarril. También, es posible toparse con comercios de comida y vinerías.

En busca de flores para regalar, nadie duda en poder hallar un puesto en la avenida Garmendia. Otro sitio de gran importancia, responde al puente de la avenida San Martín, sobre la avenida que lleva su mismo nombre. Fue el primer puente de la ciudad y en 1994, se lo bautiza como puente Julio Cortázar en homenaje al ilustre escritor.

Iglesias, hospitales y hogares…

A diferencia de otros barrios, no hace grandes ostentaciones de posesión de monumentos, plazas y demás conjunto de patrimonio propio, pero es destacable la actividad que realiza el Hospital General de Agudos Dr. Torcuato de Alvear, sobre avenida Warnes y las vías del F.C.G San Martín, inaugurado desde 1909.

Noble tarea ejerce el Hogar Neuropsiquiátrico de las Hnas. Vicentinas, dependiente de la Parroquia Santa Inés, en calle Warnes 2600, o el Albergue Warnes, que surge en 1950, pero fue el escenario clave donde le valió al mismo diferentes utilidades, hasta quedar en manos del instituto nacional de acción social, ubicado sobre las avenidas Constituyentes, Warnes, Chorroarín y las vías del FFCC Gral. Urquiza.

Sitio de oración si los hay es el que representa físicamente la edificación de la Parroquia Santa Inés, Virgen y Mártir, sobre la calle Ávalos 250. En sus comienzos, por el 1900, estuvo a cargo de los religiosos camilos, para luego, quedar a disposición del clero. Se erige desde el año 1931, por decisión del Monseñor Copello.


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