Ubicado entre la mítica Av. Corrientes y Av. 9 de Julio, fue inaugurado en 1936, produciéndose con anterioridad a estos años, otros hechos significativos que refuerzan aún más, su simbólica importancia.
Esto responde a la primera fundación de la ciudad ocurrida en 1536, la segunda en 1580, y el izamiento de bandera en 1812, que era el sitio que ocupaba la iglesia de San Nicolás.
Declarado Monumento Histórico Nacional, el obelisco es el punto de encuentro de la masa porteña cuando se suceden hechos que atañen a festejos populares, de índole deportivo, político, o simplemente, reúne a un numeroso contingente de turistas que se toman fotografías, recordando de esta manera, haber estado frente al imponente símbolo de la ciudad.
Si bien su construcción estuvo a cargo de trabajadores de una empresa de origen Alemán, denominada GEOPE, se utilizaron piedras blancas traídas de la vecina provincia de Córdoba, adhiriendo a dicho monumento, un profundo sentimiento autóctono.
Su terminación estética y su composición generalizada, pudo finalizar en un corto plazo de 60 días, aún en contra de una gran mayoría de individuos que se encontraban claramente en desacuerdo con esta invención.
Llevado a cabo por idea del reconocido arquitecto Argentino Alberto Prebisch, quien gustaba de denominarlo monumento, dado el grado de significación emocional que le ha sido, al mismo, otorgado desde su nacimiento, en sentido figurativo y popular, y más precisamente, como orgullo personal.
Con una altura de 67 mts y una base de 7 mts, el mismo esta compuesto por una totalidad de 206 escalones, con siete descansos, ventanas y una puerta principal.
Posee varias inscripciones presentadas en las diferentes direcciones de frente: frente norte-izamiento a la bandera-, frente oeste-decreto de ley-, frente sur-cuarto centenario de fundación de la ciudad-, frente sur-segunda fundación-, en compañía de un pequeño poema en un recuadro.
La realización tuvo un costo de doscientos mil pesos moneda nacional (elevado para su época), incluyendo las toneladas de hormigón, losas, piedras, siendo algunos de estos elementos reemplazados por otros a raíz de imprevistos climáticos, y luminarias.
Además, el obelisco fue y será, en reiteradas ocasiones, utilizado como escenario principal de diferentes hechos y conmemoraciones que reflejan una trascendencia nacional e internacional, tal es el caso puntual, del día mundial de la lucha contra el sida, el vínculo entre Argentina y Alemania, entre otros destacados sucesos.
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