El pasaje Voltaire tiene tan solo dos cuadras, en el pintoresco barrio de Palermo Viejo. Es sencillamente encantador, arbolado, con casas coloniales y edificaciones que superan los 70 años, Voltaire corre a lo largo de dos cuadras entre las calles Arévalo y Carranza, y es cortada por Emilio Ravignani…
Esta arteria se encuentra en un lugar de privilegio en el barrio, ya que a pocos metros de allí están las avenidas Dorrego, Crámer, Córdoba y Santa Fe.
El pasaje debe su nombre a la ordenanza del 30 de octubre de 1914, en homenaje a Voltaire, poeta del siglo de Luis XV, Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones, Diccionario filosófico y Cándido, entre otras obras.
Entre los detalles que llaman la atención en el primer tramo del pasaje Voltaire hasta Ravignani es el colorido que presentan las casas, que van del blanco, negro, azul, amarillo y rosa, lo que hace inevitable la comparación con el barrio de La Boca.
Voltaire es un pasaje de barrio en el que predomina la tranquilidad dado que no pasan colectivos. La segunda cuadra desde Ravignani es de una excelente construcción. Este es uno de los segmentos más lindos de Palermo Viejo.
La segunda cuadra que se extiende hasta Arévalo tiene una fisonomía muy diferente a la primera. Las casas son más elegantes, predomina el estilo colonial y la frondosa arboleda, lo que la convierte en una de las cuadras más atractivas de Palermo Viejo.
"El pasaje tiene una serie de casas de estilo inglés, con casi 80 años, y es una de las calles más tradicionales de Palermo Viejo. Voltaire es muy tranquilo, allí se genera un microclima, por eso es muy buscado, sobretodo por la gente de la zona".
Éste es uno de los pocos pasajes que están del otro lado de la plaza Serrano. Estos son muy buscados en general, están bien cotizados por su tranquilidad, allí no pasan medios de transporte y casi no hay comercios.
Pintoresco, tranquilo y atractivo por donde se lo mire, el pasaje Voltaire pertenece al corazón de Palermo Viejo, un barrio que conserva sus costumbres de otros tiempos y que se resiste al cambio.
Los vecinos se conocen y aún mantienen vigente el gusto por compartir juntos un momento agradable.
Los vecinos destacan la tranquilidad como un lujo, ya que por aquí no pasan colectivos y los autos lo encuentran un tanto incómodo para circular.
En la intersección de Carranza y el pasaje, se encuentra un café de película: Voltaire, Coffee&deli. Un pequeño bistró, inaugurado hace sólo algunos meses.
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