Este pasaje –que lleva el nombre de su primer propietario– fue construido en 1878, pero debió ser remodelado cuando se abrió Avenida de Mayo. Los materiales y la mano de obra son excelentes, como se ve en los vitrales, en las vidrieras curvas y en las originales carpinterías de bronce de los locales del pasaje. Une la Avenida de Mayo con Hipólito Irigoyen y es la única casa que tiene una entrada particular a la línea A de Subterráneos (estación Perú)…
El Pasaje Roverano es un edificio y galería comercial en la Avenida de Mayo, junto al Cabildo porteño. Se encuentra en el barrio de Montserrat, ciudad de Buenos Aires.
En donde antiguamente se encontraba la confitería de Monguillot.
Los hermanos Ángel y Pascual Roverano abrieron en 1878 un edificio de dos plantas. En la planta baja se ubicó una galería con locales que fueron ocupados casi totalmente por oficinas de abogados, ya que por esos tiempos en el edificio del Cabildo colonial funcionaban los tribunales. En los fondos se encontraban habitaciones de renta (alquiler), al igual que en la planta superior.
Se desconoce si el pasaje de este antiguo Pasaje Roverano tenía salida por alguna de las propiedades lindantes, ya que no atravesaba toda la manzana, sino que tenía 50 metros de fondo. Algunos planos del catastro de 1888 señalan que tenía una salida al patio del Cabildo, pero esto no pudo confirmarse ya que otras versiones señalan que no era de tal forma.
En 1888 comenzaron los trabajos de apertura de la Avenida de Mayo, proyecto del primer intendente de Buenos Aires, Torcuato de Alvear, encargada al ingeniero civil Juan Antonio Buschiazzo. La avenida pasaría entre las calles Rivadavia y Victoria (hoy Hipólito Irigoyen), siendo expropiadas y demolidas las construcciones que se encontraran en su trazado. Una de las primeras era, precisamente, el Pasaje Roverano.
Los hermanos Roverano decidieron ceder gratuitamente 135 m² de su terreno a la Municipalidad, pero exigieron que se indemnizara a los inquilinos que habitaban los cuartos que serían demolidos con la suma equivalente a varios meses de alquiler, para que pudieran encontrar nuevo alojamiento. Este gesto les valió un reconocimiento del intendente Federico Pinedo, quien les entregó una medalla el 9 de julio de 1894.
El primitivo edificio del pasaje se mantuvo hasta el año 1912, siendo adaptado en su antiguo fondo para tener acceso por la Avenida de Mayo. Sin embargo, en ese año se comenzó la construcción del actual Pasaje Roverano, que fue inaugurado en 1918.
El actual edificio del Pasaje Roverano fue proyectado por el arquitecto Eugenio Gantner, y consta de un subsuelo, planta baja destinada a galería comercial con accesos por la Avenida de Mayo y la calle Hipólito Irigoyen, y 7 pisos altos ocupados por oficinas.
La galería posee espacio para 12 locales comerciales a los costados del pasaje, y además 4 puestos pequeños ubicados en medio de este. Desde el centro del pasaje se accede por escalera y un ascensor a los pisos superiores, ocupados por diversas oficinas de abogados o pequeñas compañías anunciadas en una pizarra.
El subsuelo tiene más locales comerciales, y agrega al edificio una curiosidad que lo distinguió de otros similares desde su inauguración: en él un pasillo conecta al Pasaje Roverano con la estación Perú de la línea A de subterráneos. Esta conexión fue construida junto con el nuevo edificio del pasaje, y autorizada por una resolución municipal del 30 de julio de 1915.
El Edificio del Ministerio de Economía de la Nación también tiene conexión directa con la estación Plaza de Mayo de la línea A.
Pasaje Roverano
Avenida de Mayo 506
Fuentes
Ricardo M. Llanes, La Avenida de Mayo. Colección Cúpula, Editorial Guillermo Kraft Ltda. 1955. (pps. 153/155)
Justo Solsona y Marta García Falcó, La Avenida de Mayo: un proyecto inconcluso. Solsona - Hunter Librería Técnica. 1990. (pág. 62)
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