Buenos Aires está lleno de bares y cafés, de la más diversa variedad, especialidades y estilos. Pero para los cliente habituales del Varela Varelita, en el barrio de Palermo, no hay otro bar como el. Sus mesas han servido de lugar de encuentro a políticos, artistas y escritores. Pero el verdadero colorido y sentido de este bar emblemático se lo dan los mismos vecinos, comentaristas ocasionales de deportes, filósofos de la vida y politólogos empedernidos.
Cuando lo conocimos no pudimos dejar de caer en la parcialidad de considerar a su gato como algo característico, según el día o la ocasión, puede llamarse Shakira o Garfield, vaya a saberse por que razón. También Javi, su mozo, es un personaje difícil de olvidar, siempre con una sonrisa en la cara recorre el salón de mesa en mesa haciendo sus malabares y diferentes trucos con los vasos, los que deja arriba de las mesas girando cual trompo.
No esperemos encontrarnos con una carta muy elaborada, el Varela Varelita no la tiene, pero esto no es razón para pasar un momento agradable. La felicidad muchas veces se encuentra en la sencillez, el café, como en las mejores épocas de antaño, el café viene acompañado con un vaso con soda y un toscanito de chocolate, aquellos que de niños solíamos comprar en los quioscos en paquetitos que contenían 5 unidades. Si tenemos que recomendar algo, esto es el sándwich en pan de figazza, especialmente el de jamón crudo. En cuanto a los licuados, el de banana causa furor, coquetamente servido en una jarrita retro de color rojo.
El Varela Varelita es un bar clásico sin restaurar a pocas cuadras de la zona más sofisticada de un Palermo, por estos días poblado de reductos de moda y poca o casi nada de tradición. El lugar es muy frecuentado por cierta intelectualidad que hace de sus mesas una extensión de la biblioteca casera. Imperdible su bien espumante café con leche.
Bar Varela Varelita
Scalabrini Ortiz 2102 esq. Paraguay
Barrio de Palermo
C.A.B.A.
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